Cuándo recordamos nuestro
propio pasado, parece algo diferente. Sabemos que tanto nuestra personalidad y
gustos han cambiado a lo largo de los años. Pero cuándo miramos al frente, de
alguna manera esperamos que vamos a seguir de la misma manera.
Personas de mediana edad, como yo, a menudo miramos hacia
atrás a nuestra propia adolescencia y la miramos con alguna mezcla de diversión
y disgusto. De lo que nunca parecemos darnos cuenta es que nuestro yo del futuro mirará hacia atrás y pensará lo mismo del yo del presente.
Dentro de nuestra inmadurez y egoísmo siempre estamos pensando que tenemos la
última palabra, y en todas las edades estamos equivocados.
La sociedad cambia constantemente, en mi opinión, siempre
en retroceso, siempre que la veo cambiar es para algo peor. Dentro de nuestra
sociedad, actualmente es fácil percibir que los cambios afectan más personas
jóvenes que personas adultas. Dentro de este capitalismo moderno, a veces
llamado neoliberalismo, el mundo cambia a través de necesidades que son creadas
y que ninguna proviene de un nacimiento natural. Si uno pregunta a un joven sus
preferencias de hace algunos años atrás a su yo actual, se dará uno cuenta de que las
modificaciones en cuanto los gustos, ya sea comida, libros, películas, hobbies,
música, todo va influenciado por el entorno en el que viven y en el que se
desarrollan, siendo los cambios demasiado notorios. El sentido de pertenencia
dentro de la sociedad los lleva a un cambio de actitud y cambia su forma de
pensar. Pero si uno les pregunta alguna predicción de su futuro, ya no digamos
en diez años, sino en un par de años, la gente, a cualquier edad
consistentemente responderá que no ve cambios potenciales en su personalidad.
Esto de alguna manera está atado a que ninguno se da cuenta de que la persona
se quiere homogeneizar dentro de una sociedad que no termina por entender, esto
debido a que no quiere ser olvidado o no quiere verse apartado de la sociedad.
Su comportamiento y sus gustos se verán definidos en el punto en que la sociedad se
encuentre en tal instante. Eso, amigos, es un problema psicológico con el que
viven los jóvenes de hoy en día.
Uno de los problemas que resaltan ese tipo de
comportamientos, es la falta de compromiso y de imaginación. No es que se tenga
una referencia errónea con respecto a los recuerdos, pero resulta de cierta
manera mucho mejor recordar lo que uno fue alguna vez, que imaginar en lo mucho
que pueden ser en un futuro. Resulta que las personas tienden a estimar de buena forma su propia naturaleza humana. Que viene a terminar
en una absorción de conocimiento fácil de digerir, como lo son el efecto de
las redes sociales. Ideas robadas, personalidades robadas, probando que se
carece de un criterio propio para crear una identidad.
Otro punto en
contra de la sociedad de hoy en día, es que de alguna forma el conformismo los
rodea, creyendo que en cada punto de nuestra historia se ha alcanzado el máximo
punto de nuestra evolución personal, lo que hace que nos sintamos bien con
nosotros mismos. Las personas tienen el sentido de satisfacción, de lo
contrario, si ellos supieran de alguna manera que todas sus preferencias y
valores van a cambiar, los llevarían a dudar en decisiones que se toman, lo que generaría una ansiedad.
La falta de imaginación y de entendimiento de las cosas
causa que algo tan simple como una banda de música muera de la noche a la
mañana. Por ejemplo, no se han dado cuenta de que el indie rock que tanto
fulgor causó la década pasada está muriendo. Las reglas las deberíamos de
dictar nosotros y no la industria como tal. Así como los políticos le deberían
de tener miedo al pueblo, y no el pueblo al gobierno. Los papeles a los que
hemos sido reducidos son, por lo regular, a espectadores, cautelosos del
pasado, temerosos del presente e ignorantes del futuro.
La idea de un cambio se vuelve tan difícil por el hecho
de que no podemos imaginar algo que sustituya lo que nos gusta hoy en día.
Todos dicen que quieren ser alguien en la vida, pero en realidad tienen miedo a
poder acercarse a sí mismos, tener una introspección y poder llegar a un punto
de estabilidad que no sea dictada por aquellos que tienen el poder.
Te crees alguien diferente, ¿Por qué escuchas la música
que escuchas? ¿Por qué vistes la ropa que vistes? ¿Por qué ves la televisión?
¿Por qué te gustan las películas que ves? ¿Por qué vas a un concierto? ¿Por qué
haces lo que haces? Decía Herman Hesse que aquel que “no encaja” en este mundo
está siempre cerca de encontrase a sí mismo. ¿Por qué no tratas de encontrarte?
Secuestro
Tirado en el bote de la
basura
Se perdió en mi bolsillo
Comprado en el nunca jamás
Y vendido en un momento
Nunca lo sabré
Porqué nadie me lo diría
Que cuando encontraron su
cuerpo
Que no ofrecieron rescate
Que nada podrá traerla de vuelta
Para caminar juntos a la luz
de la luna
Pagaría todo el dinero
Y sí salimos de esta vivos
Nunca nos detendremos de
saber
Que teníamos el dinero
Pagaría todo el dinero
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