La verdad es que en este disco que están promocionando me decepcionó, por lo que no iba con muchas ganas. Si escuche el disco tres veces completo, exagero. Y fui mas porque en algún tiempo fueron mis ídolos y eran lo novamas para mi. Pero de un tiempo para acá, se me hacen algo aburridos. El problema es que ya se la pasan haciendo solos a lo imbecil –ya sabemos que tocan bien, no hay necesidad de que lo recuerden cada rato-.
Para empezar se reventaron dos canciones del nuevo disco: A Nightmare to Remember y A Rite Of Passage. De estas dos, solo me llama la atención cuando va a la mitad de la primera mencionada. Después pasaron a tocar su sencillo de su época fresa con Derek Sherinian: Hollow Years, esta vez aparte del solo extendido y la introducción extendida, agregaron un par de líneas antes del coro, que la verdad no le vi el caso. Y si, arruinan la canción con el solo extendido, solo hay una parte que se rescata, pero de ahí en fuera no le veo el chiste. Terminando siguió el solo del mago Jordan Rudess, y como siempre demostró que es una piola en los sintetizadores. Comenzó con una parte de piano, después se fue por una en su sinte, después se fue a palomear un rato en su Cuntinnum y por ultimo una parte en los sintetizadores, con los efectos que normalmente utiliza en sus discos de solista. Cabe mencionar que en las pantallas estaba el en una mitad y su caricatura en la otra y se iban complementando perfectamente las melodías tocadas por el verdadero y la caricatura. El solo sirvió para el comienzo de la siguiente canción, que dijeron que es difícil para ellos tocar: Prophets of War, del Systematic Chaos. Una canción al puritito estilo de Muse. Ya íbamos mejorando en las canciones cuando James LaBrie (vocalista) anunciaba la canción que seguía: la horripilante Wither, y mejor lo dejamos así. Después llego lo que a la postre se convertiría en mi momento favorito. Y es que simplemente volaron mi cabeza cuando empezaron los acordes de The Dance of Eternety, donde hacen gala de sus habilidades, pero sin hartar, claro que es pretenciosa, y claro que hay solos por aquí y por allá, pero son excepcionales, no son solos que entorpecen a la pieza, sino que cada uno la va enriqueciendo hasta que no puedes mas. Pensé que solo tocarían esa parte, pero no, Jordan comenzó con las notas de One Last Time, y claro que termine por cagarme los pantalones, porque esta pequeña canción tiene uno de los mejores coros que he tenido el honor de escuchar. Para seguir con la buena racha de canciones, siguió la magnifica In The Name of God, del Train of Thought. Y fue hasta este momento donde mi hermosa melena se comenzó a agitar. Se movía de un lado al otro al ritmo de los guitarrazos poderosos de Petrucci, y no como las guitarras maricas del último disco. Simplemente pretenciosas. Y cuando empezaron las notas de la siguiente pensé que había tomado una buena decisión, siguieron dos de sus mejores rolas: Pull Me Under –del amo y señor Kevin Moore- y Metropolis. Pero lastimosamente las dos a la mitad. Además de que los solos de Metropolis los cambiaron, para darle un giro espantoso. Tanto Jordan como Petrucci la cagaron. Y me volvieron a joder una hermosa canción de Kevin, la vez pasada fue Surrounded y ahora Pull Me Under. Ya después llego el encore, y este nos trajo de vuelta a la banda con la mejor rola del Black Clouds & Silver Linings (ultimo disco), The Count of Tuscany, que esta muy buena, tal vez la única de todo el disco.
Y así se fueron casi dos horas. Once canciones. Digamos que mitad y mitad, de buenas y malas. Portnoy amenazo con regresar, solo espero que con un mejor disco, o con la gira que tienen en verano con la mismísima Doncella de Hierro.
Por cierto no tenían ni madres de escenografia y los visuales estaban culeros.
Calificación: 6.5/10
Setlist:
- A Nightmare to Remember
- A Rite of Pasagge
- Hollow Years (versión extendida por todos lados)
- Solo Jordan
- Prophets of War
- Wither
- The Dance of Eternety
- One Last Time
- Pull Me Ander
- Metropolis (con horripilantes solos)
Encore
- The Count of Tuscany
Es ni más ni menos que triste el observar el gran giro, inesperado, del que la banda que marcaría nuestra hermosa juventud es protagonista. Como escuche alguna vez en una gloriosa clase en mi magestuosa escuela: "La técnica debería ser un medio para alcanzar un fin, no el fin en sí". Asi que concuerdo contigo mi amigo, "ya sabemos que tocan bien"... ¿Y?... Por mi parte el concierto pasó desapercibido, ni en cuenta.
ResponderEliminarCambiando el tema, ratifico mi gusto por la lectura de tus líneas; tenías razón en tu advertencia, son depresivas y demas adjetivos con las que las calificaste, aún así amenazo con ser un ávido lector de éstas. A ver si te echas una reseña de mi recital valedor, seria un honor (jajaja), nos vemos pronto.
Pd. Soy el Edu, jaja que menso.
ResponderEliminarAsí es mi estimado Edu, con estos bastardos Neoyorquinos, pero ni modo, esperaremos a que se reivindiquen.
ResponderEliminarPor otra parte es un honor haber recibido el primer comentario de alguien tan distinguido como tu.
Y si ya sabes que mañana –bueno, tal vez no mañana, pero en la semana-, tendrás la crítica del recital.