lunes, 4 de octubre de 2010

Un Cuarto de Siglo




Desperté sudando. No sé que pensar. Hoy he llegado a un año más de vida y sigo pensando dónde estoy. Todo sabe igual ya, en este mundo que lentamente me esta absorbiendo y matando.

Temeroso al rechazo, me escondo dentro de mi. Actúo cómo sólo yo sé, y me dicen que es extraño, que estoy loco. En realidad sí me escondo, colecto mis fobias y mis miedos, mi enfermedad, y así trato de evitar el dolor. Un dolor que siempre trato de evitar, pero que siempre me alcanza.

Porque no soy cómo tu, y no sé cómo soy. Soy cómo sólo nadie es. Si te dijera que creo en mi, te mentiría. Mas si tuviera otra oportunidad lo intentaría. Me he pedido en mis sueños y de eso soy culpable. Me deje envolver en mis sueños, y en millones de señales que creí macaban mi sino. Pero si fuera como tu sería otra persona. Si quisiera dejar de sentir me quedaría. Nunca sabré dónde podría estar, porque todo lo que no he podido ver esta detrás de la cortina.

Este día, nueva vida corre a través de mis venas, a través de mi mente, y con todo, tengo que seguir viendo dentro de mi. Solía emborracharme para olvidar, bailando alrededor del fuego. Nunca nadie es como parece ser. Estoy enamorado. Estoy cansado de esta vida, que necesito descansar, y finalmente desaparecer. En tus brazos se siente un mejor yo.

Y sigo pensando mientras me siento en el suelo. No alcanzo a ver la verdad. Sólo es una fotografía vacía. Son sólo pixeles en el ordenador. No puedo ver la verdad. Y con todo lo que tengo, debo de seguir viendo dentro de mi. Solía dormir en la noche, y ahora no puedo encontrar paz mental para hacerlo.

¿Que es lo que pasa conmigo? Me estoy pudriendo en la luz. Hay sangre saliendo de mi boca. Vomito sangre. Vacío en mi mente, mientras espero. Estoy en el suelo otra vez. ¿Soy una especie de Hyde del S. XXI? ¿En dónde me he metido esta vez? Todo comienza a volver.

Hay sangre en mis manos. No recuerdo mi nombre. No recuerdo quien soy. ¿Se la diferencia entre qué y quién soy? Hay tristeza en mi mente. Empiezo a entender. Creo que estoy cayendo. Cada milímetro de mi ser esta cayendo. Cada milímetro de mi piel siente el dolor. Siente el dolor que veo al caer.

Me perdí en la luz del día. Fue lo que me hizo caer. Estaba huyendo de ella, justo cuando la había encontrado. Perdí la imagen de mi ser. Mi retrato dónde podía ver la verdad. Ahora la pesadilla de la que siempre temí se ha convertido en verdad. Deje que me arrancara lo ultimo de mi ser.

¿Qué hice? ¿No puedo regresar? No me debí de haber permitido perder mi mente. Se que es lo que necesito. Tu lo sabes. No caigas tras de mi, levántame antes de que llegue por fin al mar, y vea mi rostro reflejado en el agua, moviéndose por la marea, y le pregunte la misma pregunta otra vez, encogiéndome al enfrentar el miedo al rechazo.

¿Cuándo me volví así? Tengo que encontrar mi camino de vuelta. Llévame de vuelta. En tus brazos se siente un mejor yo.

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