sábado, 17 de agosto de 2013

Dentro de un sueño (La sombra de tu sonrisa)






Es un paisaje muy silencioso, lleno de elementos surrealistas, ahora mismo comienzo a despertar de la realidad. Estoy en medio de la calle, la gente transita sin percatarse de mi presencia in promptu. La música del mundo real ha logrado penetrar en este mundo onírico. Las aceras asoman hacia barrancos, al fondo corre un río con cause tranquilo, se escucha el murmullo de su paso entre las rocas, he decidido bajar un poco, todo es agradable entre las ramas, el agua es clara pero parace un río que no aloja vida dentro de sí. Vadeo en cualquier dirección, y encuentro causes mezclados con estructuras humanas, el cause se reduce y repentínamente aumenta, por lo que me he quedado a observar estos cambios, mientras escucho a lo lejos que alguien llama mi nombre. No se entiende cúal nombre, sin embargo, sé que se trata de mí. El crepúsculo lanza su primer penumbra.

No quiero estar más en ese lugar, necesito ver a alguien conocido, es por ello que decido recrear un grupo muy grande de personas dentro de un local al aire libre. El bullicio de la gente inunda el ambiente, me sigo sintiendo sólo, a pesar de ello, me encuentro con algunos camaradas de mis años mozos, los llamo y salimos de aquél lugar. Tratando de recordar los viejos tiempos, los llevo al edificio en que vive Beatriz: Se trata de un gran condominio de ladrillo de dimensiones inimaginables, con un patio enorme y pasillos angostos y oscuros, el interior es frío y abrumadoramente silencioso. Nos hemos sentado a palticar de las antiguas andanzas, de los amores incompletos y otros relatos que han sido parte de nuestras vidas. Los cuatro estamos ahí, viendo hacia la ventada donde te encuentras dibujada, frente a una maquina de coser, y te vemos con nostalgia y fulgor en los ojos, Beatriz. El agua cae del edificio y no se dónde nace la caída, tampoco se escucha a dónde va a parar. Yo quisera llamarte y ver de cerca tu sonrisa., pero no encuentro, esta vez, más que penumbras. Ha terminado mi lucidez. tampoco en este mundo puedo tenerte a mi lado, tampoco me ha sido posible termianr con este problema mental, y lo traigo a cuestas como un villano filtrado en este hermoso mundo dominado por resplandores sin cesar. He sido sometido al desconsuelo y dolor por mi parte más subjetiva. he convertido todo en una borrasca y me he dejado arrastrar por ella, me he dejado llevar inútilmente por un recuerdo que no te traerá de vuelta.

Perdí  todo, me duermo en el sueño y despierto en el mundo real. Por ahora no encuentro llaves que me lleven de vuelta a aquél mundo que dejé suspendido hace mucho tiempo, tiempo congelado que espera debajo de mis vidas anteriores. La búsqueda incanzable e interminable por encontrar la nada, lo inexistente, la causa perdida. Ahí voy yo, luchando y resistiendo los embates del destino consumado. Pero espero que en esta senda encuentre la llave de salida, la cual, después de tanto hurgar en el pensamiento, me devuelva al tiempo y mundo original del que vengo, para incorporarme a mi verdadera lucha.

Tú quedarás suspensa en las estrellas, expandiendo tu recuerdo interninable, con lo cual estás y no estás, te has quedado atrapada en la complejidad de tu paradoja. Volveré no sé cuantas veces más, y después ya no lo haré más. Porque en mi insignificancia de humano, necesitaría de todos los seres habidos y por haber, con su mentes y recuerdos, para intentar abarcar lo que tú ya has habitado desde la génesis del universo. Por eso, descansaré en el plácido sueño de la muerte, recreando mundos con las cenizas de los dioses asesinados, y reteniendo la dicotomía del tiempo para que esta vez, nada escape.



sábado, 6 de julio de 2013

Beta Tauri





No ha escampado, estamos rodeados de lodo. Los niños se divierten entre las aguas chocolatosas , los cerros se ven verdes por la hierba que los cubre con gran frescura. Se acerca la neblina, poco a poco los rededores se van opacando, los bordes de las cosas pierden nitidez. te pido que nos retiremos.

— ¡Vamos, Enilda! también dile a los niños que ya es hora de irse.

Me ves fijamente y sonríes. Las gotas de la lluvia escurren por tus labios. volteas y llamas a los niños con voz dulce e inexorable; ellos se acercan pero no paran de jugar. Te tomo de la mano y a ellos también, los cuatro caminamos en medio de la lluvia , por el camino apenas dibujado suavemente. Mientras, alguien desde el puente que cruza el río, ve nuestras siluetas alejándose. Lleva el esqueleto de un paraguas abierto, está parado allí sin moverse. No se ve su rostro. ¿Qué pensará?

Enilda ha volteado  y se detiene. Los niños siguen avanzando y brincan y juegan por todos lados. Ella se acerca y me pregunta en voz baja:


— ¿Qué buscas en esta vida que no has encontrado?

 Aquél hombre sigue sin moverse, sólo se ve la silueta inmutable entre el paisaje opaco. Entonces yo, después de pensar un poco la pregunta respondo sonriendo.

— Busco la luz de una estrella inalcanzable.
— ¿Por falta de luz es que tienes esa mirada tan triste y vacía?
— Tal vez — le respondo—.
— ¿A quién has perdido en tu largo camino?
— Eso no lo sé, el vacío que me consume no tiene que ver con algo o con alguien que haya perdido, es sólo por falta de luz, como un cansancio de mi alma.
— Voy a pedirte algo.
— Que no sea una estrella, por favor   
— ¿Por qué no? 
— Porque en cuanto la encuentre deboraré su luz.
— Está bien...— haces una pausa y bajas la mirada, mientras el agua sigue escurriendo  por nuestros rostros, y vuelves a sonreir—. Cuando tengas esa luz que buscas y que te hace falta, no te olvides de nosotros.


 

miércoles, 27 de marzo de 2013

Mortis causa



En el núcleo de este universo se libra una batalla cruenta entre la luz y la oscuridad. Un fenómeno que desencadena fuerzas inimaginables, incomprensibles, inconmensurables e inexpugnables para seres nimios como los mortales.

De esa forma tan devastadora, y que a fin de cuentas la violencia, en ese núcleo, mantiene vivo al universo, así, mantengo vivo ese sentimiento inefable dentro de mí.

Tan absurdo y necesario es que tú con tu luz y yo con mi oscuridad luchemos sempiternamente para darle fuerza a este lazo irrompible que se ha formado y que tiene como propósito dar forma, movimiento y vida al universo onírico que parece tan lejano a veces y tan cerca otras más.



sábado, 16 de marzo de 2013

La aurora (Ethos)



Volteé a ver el firmamento encontrándolo desgarrado, y vi la herida,  un montón de nubes penetradas por la aurora de la esfera sol, que dejaba asomar del otro lado el límpido vientre celeste. Cayeron entonces las ánimas del pretérito, todas de un golpe,  y se enterraron en el corazón oprimiéndolo. La luz cegó los ojos de los hombres que después de un luengo periodo de umbra y frialdad habían limpiado sus mentes y recuperado la fuerza y el deseo de volver a nacer en medio de una tarde gélida y luminosa. El fulgor de sus ojos tenía esperanza y felicidad. 

Yo me sostuve en una rodilla y lleve la mano al pecho, pensando en los días de verano e invierno, así como todas las estaciones, recordando muchas cosas y perdiendo la vista entre tantas ráfagas de las mientes. Era una muerte dolorosa  que no me podía derribar del todo, me mantenía inerte al momento,  entre una lluvia de meteoritos de luz que atravesaban la atmósfera de mi alma, impactando  y penetrando las capas más profundas, mandando a volar millones de fragmentos de la vida que yo retenía en mi fuero interno, liberando toda su energía y dejando una celebración de escombros regados por lo que quedaba de mi ser.

Estaba al centro de un patio, las ruinas y su silencio habían sido un delgado escudo que fue perpretado con gran facilidad. Fuera de ahí se escuchaba el murmullo y ruido propio de un tropel. Eran los hombres y sus mujeres, los niños, los ancianos y los jóvenes. Todos rebosaban en felicidad y , mientras tanto, yo me hundía y era profanado, arrebatado de mi fuerza y salud. La luz me ahogaba y sacudía mi alma como un ribete al viento. Nadie veía el cuerpo en posición inexorable en medio de aquel patio antiquísimo, resistiendo los embates de la aurora que por fin tocaba la superficie. 

Así estuve por más de 5 minutos, muriendo y sucumbiendo por dentro, y por fuera, sintiendo el calor y movimiento de la humanidad que vivía un acceso de euforia. La explosión en mis adentros fue instantánea. Siguió una onda de expansión de los recuerdos que por su peso y sujetos a la  fuerza de atracción de mi ethos volvieron a caer, fragmentados, dejando la oportunidad de erosionarlos o absorberlos para crear nuevos momentos. Después me cubrió una espesa neblina que me ocultó, me arropaba y cubría de la luz.  Por unos momentos me sentí tranquilo, así que respiré liberando un poco de tensión, aunque seguí en la misma posición sin moverme. Abrí los ojos esperando ver los miembros de mi cuerpo que me dieran la nueva de seguir físicamente vivo. Ahí estaba, yo, apoyado con el codo sobre la pierna y la palma de la mano al pecho: ya todo era diáfano.

Había yo esperado la muerte hace tanto tiempo y hoy por fin ha acaecido el momento. La luz se ha asomado y cae de forma constante a nuestros ojos. He recuperado el movimiento, y es que la escena que se ha dejado venir ha tomado a todos por sorpresa, por ahora lux aeterna vive en nosotros, ha abierto las puertas del cielo embadurnado de nubes suavemente dibujadas, la luz es bienvenida de vuelta para hacer crecer la esperanza recién nacida en los corazones de la humanidad.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Tabula Rasa (POST TENEBRAS, SPERA LVCEM)



I. POST TENEBRAS SPERA LVCEM

«Sea la discreción del tiempo, o los hoyos negros en el espacio, lo que más se asemeja a nuestra relación. O simplemente sea el rezago de escrúpulos y nuestra poca inteligencia para mantener vivo un amor que no sé si valga la pena tenerlo así. 

            Hoy despertó el corazón pidiendo un bien morir para sí, pero yo no puedo ofrecerle nada; no ante las secuelas que hoy acaecen en mi mente. Yo no espero ya nada de él, ni bien ni desgaste». Fragmento de una carta escrita a alguien que quise mucho, pero —gritaba un hombre frente a la Plaza de la Constitución— ese alguien jamás existió.

— No les pido que se detengan, mucho menos ruego una moneda, pues por eso no estoy aquí; sólo les pido una explicación, argumentos lo suficientemente válidos, aunque sean sintéticos, que me ayuden a discernir  entre el caos real y la perfección del universo onírico.
¡No, señoras y señores, no estoy loco —continuaba el hombre—! No tengo problemas de tipo existencial; tampoco es falta de amor y, si les pasó por la mente, tampoco soy un artista frustrado. ¡Yo… yo solamente busco a Dios!

            Y así como la plaza hervía en un bullicio de gente, ninguna de aquellas miradas era dirigida a aquél hombre hecho andrajos y de mirada tan vacía como lo estaban sus bolsillos. Era ignorado en un lugar lleno de gente.

            En otro lugar, menos concurrido, cerca de do se encontraba ese hombre que soslayaba la objetividad y metodología para depositarse en la fe y metafísica, yacía una mujer sentaba dentro de la Catedral Metropolitana. Laura. Lanzando plegarias a una figura de mármol y madera, quizás, tan suplicantes como las de aquél sujeto. Un ruego sobre otro ruego.


II. PERO YO, POR TODO ESPEJO, SÓLO ME TENGO A MÍ MISMO

Salió Laura de la iglesia, caminó hasta el asta del zócalo y, desde allí, volteó a ver la Catedral: el campanario derecho estaba ausente desde que el temblor del año pasado lo había derrumbado —derrumbado: palabra que describía su carácter en aquel momento—; después, flanqueó a la izquierda y observó a los turistas tomando fotos, mucha gente, automóviles híbridos, y ribetes colgando de los cables que pendían de los edificios coloniales; a la derecha, dio un vistazo a la fachada de Palacio Nacional cercada por el retiro de un helipuerto, y, detrás de ella —aunque ella no lo veía— se hallaba en el trasfondo de ese escenario un individuo que no paraba de hablar sobre sus cuitas.

            Ipso facto, un estruendo espantoso rompió la secuencia de la película cotidiana que se proyectaba y una nube de polvo arropó gran parte de la plaza. Las personas se veían unas a otras con caras asustadas y confundidas por lo acaecido. Presto, Laura echó a correr sin dirección, pero, al pensarlo bien, se detuvo, volteó hacia el lugar de donde provino el ruido y sólo logró ver  la silueta de una gran plataforma recargada en lo que quedaba de la fachada del Palacio Nacional. Se quedó un largo rato mirando la escena, y se retiró del lugar.

            Del otro lado del zócalo, a pesar del gran alboroto que se formó, el extraño sujeto apenado  no paraba de hablar, y persistía en su perorata, esta vez así: «No tenemos por qué ser víctimas de una máquina de la que no somos parte. No somos componentes de tan malformada criatura. ¡Mírense! Aquellas vagas y sumisas figuras que caminan sin rumbo, no son ustedes en sí. Las cosas pueden cambiar, ustedes son más que sólo un producto del sistema; deben ser responsables  de su existencia y moral. Tenemos que… ». Ni el polvo que levantó la caída de los muros del antiguo edificio logró callar a éste sujeto tan peculiar.

            El tiempo avanzó y la tarde se arrodilló a los pies de la noche, en un cielo grisáceo retocado de fulgores rojizos. Surgieron del pavimento nuevos entes que eran nocturnos y el demagogo, que no paraba de hablar ni ante la desgracia,  se rindió por aquel día. Se retiraba con la garganta seca y los ojos rojos de tanto polvo, se quitó su saco, lo sacudió y después lo echó a su hombro. Comenzó a caminar por los ríos de gente en que se habían convertido las calles: había tiendas de todo tipo, desde comida rápida hasta galerías de arte; estaciones de electrocarburos, una en cada manzana; almacenes, restaurantes y joyerías; centros comerciales subterráneos y cafeterías transnacionales. Las noches se hacían días, pantallas y hologramas adornaban las calles, las aceras delineaban los caminos con una línea de luz, y las azoteas y fachadas incitaban a los transeúntes a voltear a ver los fulgores de sus interiores. Todo era luz; excepto, cuando había apagones en toda la ciudad.

            El vagabundo, que hacía algunos momentos discursaba en medio de la platea, llegaba al Eje Central por la calle 16 de Septiembre, y para sorpresa de todos, menos de él, el crucero lucía el primer policía robot de tránsito; hecho en China, por supuesto. 


III. LA PÁLIDA MUERTE VISITA POR IGUAL LAS CHOZAS DE LOS POBRES COMO LAS TORRES DE LOS REYES

Laura recordó su graduación —al momento que corría con vehemencia detrás de aquel hombre mísero y parlanchín de la plaza central, y que perdía de vista sin explicación— en la otrora Benemérita Escuela Normal de Maestros y que hoy se llamaba Escuela Mexicana de Turismo. Corría guiada por la inercia de su intuición y con la persistencia de los recuerdos en su mente Es tal la fuerza de los recuerdos que a veces evocan a otros recuerdos, y estos provocan tal catarsis, que parecemos enloquecer en lugar de redimirnos, y terminamos proyectándolos en la realidad.

            Es Eje Central esquina con la Avenida Juárez, donde está tendida la línea del metro más lujosa y moderna de la ciudad, la línea número 15,  y en ambas vías se proyecta la noticia del momento: Helipuerto de quita y pon destruye patrimonio. Las personas esperan con rostros pacientes y mentes desesperadas a que el robot dé la señal de avance, mientras, puede verse la obra negra de lo que será el Neopalacio Legislativo, que estará sobre la Av. Juárez, frente al hemiciclo del mismo personaje que tiene como objetivo motivar a los estadistas y sean acompañados por el espíritu del insigne personaje de la historia mexicana. Dentro del metro un suave timbre digital anuncia el cierre de puertas del convoy en la estación Tlatelolco, desde allí pueden verse a través de sus paredes de cristal, los últimos tres edificios que quedan de la ciudad del futuro Nonoalco Tlatelolco, así como la nueva unidad habitacional que se construyó sobre la susodicha y que crece hacía abajo. Templo sobre otro templo. También puede verse muy cerca una gigantesca sombra erguida en el silencio de la noche. Se trata del antiguo edificio de la Secretaria de Relaciones Exteriores erguido y abandonado desde hace décadas e inutilizable para habitación según los expertos.

            Laura trató de seguirle la pista, inútilmente,  a aquél errante por cerca de una semana. Él había resultado ser un púgil retirado (sí, del barrio de Tepito, Barrio Bravo, Ager Publicus en la actualidad), que sufría demencia por los golpes recibidos por oficio, perjuicio severo que desenterró su pasado activista y poético antes de subirse al cuadrilátero. No se había dicho, pero Laura fue reportera  de una gran televisora (ya se imaginan cual), sus ruegos a Josué Crucificado fueron precisamente para lograr un reportaje sobre aquél personaje poco común y que persiguió por el centro de la ciudad. Sin lograr nada significativo en su vida, decidí ayudarle un poco a Laura en esta historia y, de paso, darle la clave para el éxito de una brillante carrera, aunque ella no lo sabía. 

            Se depositó en su bolso, durante uno de sus tantos trayectos en busca del púgil, un video muy peculiar e inusual: Se trataba de un soborno en el que dos grandes empresarios ofrecían una bondadosa cantidad de dinero al gobernador de la ciudad, nada más, y nada menos, para que secundara una iniciativa para comenzar a derribar edificios coloniales y convertirlos en expendios de electrocarburos. La inauguración de esta iniciativa, como la llaman,  comenzaría con la destrucción de la Iglesia Del Carmen y continuaría con la eliminación de quinientas construcciones irrescatables más. En ese momento, no sabía quién era el púgil ni lo que Laura pretendía con él, no es que haya tenido algo en contra de ese tipo aburrido que ella perseguía, pero creía que su carrera profesional era más importante, aunque, a decir verdad, ya no estaba seguro de nada. Un día, al llegar Laura a su aposento se llevó una impactante sorpresa: Un individuo muy raro, de aspecto vagabundo la estaba esperando dentro de su apartamento subterráneo: la golpeó brutalmente, cual boxeador fajador, y después, salió inmediatamente de la escena.

            En el ministerio público se desconocieron  las causas por las que Laura fue asesinada, al igual que el autor del crimen. El caso fue automáticamente cerrado. La explicación (no sé si llamarla así) que se dio en los medios, es que se trató de un crimen meramente accidental y sin fundamento, ya que la occisa no tenía enemigos sospechosos ni motivos para decir que se trataba de un ajuste de cuentas, y al parecer, con base en los reportes de peritaje y la autopsia, su asesino quizá sabía técnicas de defensa personal y aunque podría haber sido  muy débil físicamente, tuvo la fuerza suficiente para asesinar a su víctima. Y omitieron que los agentes encargados sólo encontraron un dispositivo que contenía un video incómodo para el statu quo laboral de funcionarios importantes en el gobierno local, del que no hicieron ninguna mención.

            Antes de que esto ocurriera, y sin saber la relación de Laura con aquél remedo de ser humano que padecía ya de sus capacidad para discernir entre lo real y la fantasía, yo llegué a un acuerdo con el gobernador, para que él pudiera recuperar el video que lo delataba.  Una vez acordado el trato, se lo hice llegar de la manera más sutil. Para ello, había encontrado un hombre rencoroso que decía estar  contra  la máquina, y esas cosas tan sosas y retrógradas. Le dije que podía ayudar a este país, su nación y natal, evitando que los usureros trajeados atentaran contra del patrimonio cultural mexicano, y por consiguiente que los dueños del dinero se beneficiaran con la destrucción del invaluable inmueble prehispánico. El loco no dudo un momento, pues no sólo se convertiría en un héroe anónimo, sino que recibiría una paga por ello y sería su mores maiorum.

            Así que le expliqué lo que tenía que hacer, grosso modo, recuperar el video que se encontraba en manos de una reportera de poca monta…

            ¡Listo! El tipo, a pesar de su demencia entendió muy bien lo que tenía que hacer y así lo ejecutó; el resto ya lo saben. 

Lo que no saben,  y yo con la pena aún de no haber podido ayudar a Laura en el buen éxito de su carrera, sino todo lo contrario, es que tal vez haya habido alguien que nos grabara haciendo el negocio de la recuperación del video incómodo con el gobernador. ¡Qué irónico! Quizá tengamos que recuperar otro video de la misma forma, entre otras cosas más, en el futuro.

           

           








lunes, 25 de febrero de 2013

Oceansize.



Oceansize fue una banda formado a finales de los años 90, exactamente en el 98. Un año después de su formación, en el 99, edito su primer EP, llamado Amputee, dónde la canción Amputee se pregunta sí un hombre con un brazo amputado puede amar. Casi doce años después, en un día como hoy, pero hace dos años, la banda anuncia a través de su página de internet que su viaje como banda había terminado. No se dieron explicaciones de su separación, lo más que dijeron fue que había sido algo que había crecido en el interior y que simplemente no se podía seguir ignorando.

En total grabaron cuatro discos, Effloresce (2003), Everyone Into Position (2005), Frames (2007), y Self Preserved While the Bodies Float Up (2010), curiosamente todos editados en los meses de septiembre u octubre. También grabaron cinco EP’s, Amputee (1999), A very Still Movement (2001), Relapse (2002), Music For Nurses (2004), y Home And Minor (2009). Los tres primeros EP’s fueron la base para Effloresce. También tiene una caja llamada Feed to Feed que contiene los tres primeros discos grabados en vivo en su totalidad.

La historia de Oceansize comenzó cuando se conocieron en la Universidad de Salford, eran estudiantes de música, y ninguno de ellos se conocían antes de llegar a la universidad. Y aunque la Universidad es de Manchester, ninguno de ellos era de allí. Todos ellos tocaban en bandas diferentes, y de alguna manera decidieron que querían empezar a tocar juntos, sólo para “palomear”, y desde que lo hicieron por primera vez, sintieron que tenían algo especial. Fue sin embargo hasta que todos terminaron sus respectivos cursos que decidieron formar una banda y se mudaron todos de manera permanente a Manchester.

El nombre de Oceansize proviene de una canción de Jane’s Adiction, llamada Ocean Size, que si bien Jane’s Adiction no es una de influencias marcadas en la banda, sirvió para que el, en ese entonces, bajista, Jon Hollis, lo sugiriera. Hollis dejó la banda después de la grabación del elepé Everyone Into Position. 

Oceansize, fue considerado durante sus doce años de existencia, como una banda de rock progresivo. Sin embargo, y desde mi punto de vista, no fue una banda que se haya formado pensando en que es a lo que iban a sonar y los clasificaran de alguna u de otra forma. Eso lo puedo entender a través de sus discos. Y es aquí cuando llego a la conclusión, que de lo único que se preocupaban y estaban realmente interesados era en la esencia de su música.

Usualmente se les consideró de que su música no era algo fácil de digerir, al menos no al instante. Usualmente la gente no entiende a la banda en primera instancia, se tiene que poner atención en cada pasaje que transcurre. Lo que puedo decir es que sí el Progresivo es etéreo y complejo y que tal vez las canciones tienen tres o cuatro movimientos diferentes en una pieza de diez minutos, entonces sí, son una banda de progresivo.

Alguna vez, en una búsqueda por lograr una etiqueta sobre ellos, los llegaron a comparar con The Mars Volta, dado que Mars Volta, definitivamente son progresivos en una forma más tradicional, influenciados por el progresivo de los setenta marcadamente, inclusive sonando muchas veces a King Crimson. Pero definitivamente, Oceansize no suena a The Mars Volta, y a ninguna banda de rock progresivo. Puede que el aspecto técnico y complejo de la música fue confundido con el termino Progresivo. Y Oceansize, definitivamente, tenía una manera diferente de enfoque y de propuesta en la música. No eran la típica banda de pacotilla que se creían geniales y de otro mundo, llenos de satisfacción por haber terminado algo demasiado banal, y lo único que podías escuchar de ellos era verso-coro-verso-coro- sección media-coro-coro-y más coros, y eso era todo. Conseguías producir una línea de mierda comercial. Y ¿en realidad eso es todo? ¿Eso es la música? No, la música no es una formula como lo han hecho creer. No es una coca cola. La música no es una formula, se deben de buscar la esencia de uno mismo para poder transmitir algo. Eso es lo que Oceansize hizo en sus doce años de historia. 

Oceansize nunca escribió, o tal vez se les fueron un par de canciones, con un fin en especifico. Si escuchas la música, te das cuenta la manera en como se fue modificando a lo largo de los años, si bien es cierto que cosas fundamentales como los tiempos, las afinaciones diferentes en la mayoría de las canciones se volvieron un sello, siempre había algo que la forma de llegar a una canción era diferente. Se puede escuchar como es la aportación de cada uno de los integrantes si analizas bien una canción. 

También el hecho de haber utilizado diferentes afinaciones y las signaturas de tiempo, les trajo críticas, porqué decían que eran pretenciosas, pero la verdad es que es más extraño que la gente siga adorando discos enteros escritos en 4/4, basados en una formula. 

Oceansize nunca fue popular. Nunca gozo de que la gente se abriera a su música, a excepción de ciertos sectores, pero nunca fue por una exposición comercial de la banda. No sonaban en la radio y tampoco salían en portadas de revistas. Oceansize se hizo de bandas basado en su propio esfuerzo por hacer buena música y que de los pocos seguidores que tenían hablaran de ellos. Siempre fueron buenos y siempre trataron de dar lo mejor de ellos, por lo menos debería de haber un poco de crédito en ello. 

Otra cosa terrible que le pudieron haber hecho a esta banda fue llamarlos una banda de Manchester, y toda la tradición que esto pueda implicar, aunque como lo mencioné antes, ellos no son de Manchester, y solo se mudaron allí por la escuela, no por nada más, no para que fueran conocidos como una banda de Manchester. Personalmente yo odio a toda esa escena baggy de principios de los 90. No los soporto. Para mi no creo que sea una tradición, así como también los dueños del poder quisieron hacer pasar a Seattle como algo especial para el grunge, o a Paris con el movimiento electrónico. Para mí no es una tradición. Y a ellos, en lo que a mí respecta, nunca se sostuvieron de la antorcha ni se pusieron en los calzones, y tampoco utilizaron cortes de pelo e hicieron música mala para decir que ellos eran de Manchester. Y tal vez aquella escena de Manchester signifique mucho para mucha gente, pero para mí nunca ha significado absolutamente nada, siempre he estado ocupado escuchando música buena como para ponerme a llorar por grupos que en lo personal no aportaron nada. Creo que ya deben de superar esos momentos y dejar de decir que son bandas de Manchester, porque eso no es una tradición y sólo es una invención de los medios. Elbow también es de Manchester, y no suena a “banda de Manchester”, Oceansize fue una banda que vivía en Manchester, pero no sonaba a mierda como los Happy Mondays o los Stone Roses o Blur. No porqué vivan en Manchester tienen que sonar a “banda de Manchester”. Para eso existe la gente convencional con gustos convencionales. Repito, estoy demasiado ocupado escuchando mejores bandas. Como justo en este momento que escucho otra “banda de Manchester” llamada Amplifier en su adelanto de su próximo disco, una canción que se llama Matmos, que simplemente suena hermosa. Y no, no suenan a “banda de Manchester”. Y por cierto, en este su tercer elepé, un ex-Oceansize participa como nuevo integrante de la banda, Steve Durose en las guitarras. 

Tal vez nunca se les hizo justicia, y sí la gente o los “críticos especializados”, se basaran en lo que realmente vale la pena, ósea la música, Oceansize debería de estar en los Top 10. Sin embargo quedan como uno de los tesoros que no han sido descubiertos. Y si ellos nunca fueron invitados a las grandes fiestas de los grandes eventos. La historia le guardará un lugar. Y sí no es así...pues porqué no tener nuestra propia fiesta.



martes, 19 de febrero de 2013

Opus Dei



Pues sí, estamos en la cima de aquel cerro, alto y solitario en medio de una meseta, desde do puede verse las lanzas de luz que penetran entre las nubes y atraviesan la sierra con fulgores que hacen brotar parte de la belleza escondida y que uno mismo sólo puede ver desde lejos y desde lo alto. En este momento estamos en un estado de euforia, con el viento partiéndonos con su filos frescos y veloces, frente a la sierra de luengos pliegues sobre sus faldas que se extienden hasta más allá del horizonte, sólo podemos ver siluetas y con los ojos más agudos que nunca, no queda de otra más que disfrutar por medio de los sentidos un ápice de la grandeza de la naturaleza y su imponente cadera cuasi interminable. Con la ayuda de la mente nos adentramos entre las montañas y sus diversos colores, bañado por la luz en partes, y escondidos entre umbras en otras. Es la magia de la mente la que nos permite sobreponernos ante tal paisaje. Es la frescura que renueva nuestros pensamientos y despeja nuestras ideas más añejas y recurrentes, esa introspección que sólo en un lugar así nos permite ver nuestro lugar en el mundo y nos motiva a aceptar nuestra coexistencia entre el vasto manto que nos alberga y que no hemos sabido respetar.

Todo esto de que te estoy contando, es justo lo que me viene a la mente y se alimenta de mi percepción sensorial, mis ideas y mi experiencia, es un producto subjetivo de mi paso por esta vida, pero que con ello pretendo motivarte para que salgas, huyas, y me acompañes, para que juntos disfrutemos de la riqueza de esta experiencia única y que es el primer paso de todo humano que pretenda tener un estilo de vida ascético y emancipado, en busca del contraste equilibrado que permita elevarse sin perder la condición propia de un ser humilde que disfruta el estadio de la vida, si bien efímero comparado a las estrellas, permanente en su catarsis. 

Luz y oscuridad reinan sobre el firmamento, las mismas montañas maculadas por estos elementos nos muestran su apariencia combinada de características cambiantes otorgadas por el vacío, las estrellas y las formaciones aún no descubiertas por la ciencia y sus herederos. Deseo que presto te hallaras a mi lado para conversar desde esta cima, sincerar nuestras palabras y otorgarnos el perdón por todo el daño que todos hemos hecho con o sin alevosía sobre nuestra madre. Que surja el perdón desde su vientre y fecunde nuestras ánimas. Y aunque no te encuentras a mi lado en este instante, sé que en una parte de tu mente se filtra mi voz y te repite esto que estoy describiendo, y hace que las palabras cargadas por su magia intrínseca dibujen los que mis ojos admiran. 

Ya comienza a decaer la esfera sol, y el viento arrastra un cúmulo denso de nubes cargadas de agua hacia este lugar, se oscurece el cielo detrás de nosotros y arrecia la fuerza con que sopla el viento, la  humedad del ambiente también ha aumentado, apenas si puedo mantener los ojos abiertos pero cabizbajo, no estoy muy acostumbrado a este clima, pero me siento muy bien a pesar del cambio de temperatura. Por momentos he quedado en silencio disfrutando el asombro, suspenso, veo cómo los caminos se pierden entre la sierra. Descansan entre las faldas los pequeños poblados donde asoman los campanarios de las iglesias, repiqueteando al atardecer, leves ladridos de perros viajan en las ventiscas que soplan por todos lados.
Me siento un momento antes de descender, a mi lado hay una capilla que alberga una imagen de María dibujada en una superficie de cantera, cubierta por una rendija oxidada y dentro hay una veladora extinta, encima de los bordes de la capilla descansa una cruz de madera, el único ribete que la viste es un listón morado, opaco y maltratado por el sol y las heladas. La tarde es confusa, la penumbra comienza a asomarse, mi descenso será pronto. Espero haber dado algunas pinceladas burdas de la magnificencia de este lugar y de sus formas caprichosas y palaciegas, honrando el origen del universo, la soberbia de su existencia, y el respeto y equilibrio que emana. Me dio gusto saber de ti, espero que tú también te hayas alegrado de entender esto que te he transmitido. Sursum corda.